martes, 16 de junio de 2009

Retromovie: Hellraiser


Todo aficionado al terror literario conoce a Clive Barker (y si no, deberían conocerlo). Stephen King, decano del género, alguna vez comentó "He visto el futuro del terror, y su nombre es Clive Barker". Con sus famosos (o infames) "Libros de Sangre", este autor británico contribuyó enormemente al renacimiento del género a principios de los ochentas, influyendo poderosamente en la creación del movimiento "splatterpunk", que buscaba la creación de obras donde se balancearan argumentos inteligentes con las más cruentas formas de horror visceral.

Pero por más que lo intentaran, los discípulos de esa corriente nunca estuvieron siquiera cerca de igualar a Barker, quien con cuentos cortos como "The Midnight Meat Train", "In the Hills the Cities" y "Dread", probó que aún no estaba muerta la innovación en la literatura, especialmente en un género tan cansado como el terror

Esta explosión de fama y notoriedad ayudó a impulsar a Barker en terrenos distintos de la literatura. Así, su incipiente imperio abarcó desde comics hasta juguetes y películas, de las cuales ha dirigido tres hasta la fecha ("Hellraiser", de 1987; "Nightbreed", de 1990 y "Lord of Illusions", de 1995). Pocos autores han logrado adaptar y dirigir sus obras en cine, y de ese reducido número, Barker ha sido uno de los que mayor éxito ha tenido, tal vez no económico, pero sí artístico, traduciendo a imágenes sus exóticas ideas con integridad y abundante visión estética.

En un ambiente saturado de asesinos enmascarados (clones de "Viernes 13") y de genéricos monstruos (copias desvergonzadas de "Alien"), Clive Barker presentó su ópera prima de largo metraje, "Hellraiser", cuyo tono y seriedad estaba muy por encima del fácil producto fílmico dirigido a adolescentes. Empleando temas adultos y personajes creíbles, "Hellraiser" fue tal vez demasiado intensa para las audiencias acostumbradas al predecible terror cinematográfico de la época, y aunque no tuvo gran éxito en taquilla, ha permanecido durante casi dos décadas como una joya de culto que aún se admira entre los aficionados al cine de terror.

"Hellraiser", basada en el cuento corto "The Hellbound Heart", empieza con una enigmática escena donde un hombre adquiere una extraña caja negra, aproximadamente del tamaño de un puño y adornada por curiosas filigranas doradas. Luego, en un cuarto vacío, el hombre manipula la caja, que resulta ser un acertijo que, una vez resuelto, permite la entrada de extrañas criaturas a nuestro mundo. Estos seres, "ángeles para unos, demonios para otros", ofrecen al hombre la máxima experiencia sensorial, donde el placer y el dolor son indistinguibles uno del otro. Sobra decir que la experiencia no termina de forma agradable.

Un tiempo después, la familia Cotton se muda a la casa donde tuvo lugar aquel evento. La casa pertenece a Larry (Andrew Robinson), y el hombre que en ella desapareció resulta ser su hermano Frank. Junto con Larry llega su esposa Julia (Clare Higgins) y su hija Kirsty (Ashley Laurence). Lo que Larry no sabe, es que su esposa Julia tuvo un breve pero intenso romance con Frank, por lo que ella se ha vuelto distante y fría con su legítimo esposo. Durante la mudanza, Larry sufre una herida en la mano, y parte de su sangre cae al piso del cuarto, ahora vacío, donde Frank realizó su extraño ritual. La sangre se filtra bajo las tablas del suelo e inicia la resurrección de Frank... o lo que queda de él, pues cuando recupera la conciencia, se trata de algo más que un esqueleto humano con un esbozo de músculos y órganos; la sangre de Larry no fue suficiente para restituir a Frank a una forma totalmente humana, y para lograrlo necesitará más sangre. Afortunadamente para él, Julia descubre al monstruo, y a pesar de su horror inicial, accede a llevar víctimas para que Frank complete su resurrección. Mientras tanto, Kirsty sospecha que algo raro ocurre en la casa, y cuando descubre la caja negra, sin darse cuenta atrae a las criaturas que se llevaron a su tío. Para evitar sufrir el mismo destino que Frank, Kirsty debe hacer un trato con ellos, pero tal vez ni eso logre salvarla de sus bizarros propósitos...

Tal vez una fría sinopsis de la película no logre expresar su sombrío tono, ni la grotesca estética que Barker aplica a sus creaciones. Y no hay duda de que la narrativa tropieza en un par de ocasiones, particularmente al final, donde la resolución es un tanto arbitraria y hasta absurda. Pero el valor de "Hellraiser" no está en sus detalles dramáticos (aunque tiene mucho de bueno en ese aspecto), sino en la conjunción de sensibilidades opuestas para crear una experiencia fascinante, rara vez vista en el cine y mucho menos en el cine de terror.

Tal conjunción se puede ver en varios niveles. El más obvio (y el más efectivo) está reflejado en la violencia de la película y en sus extrañas criaturas. Combinando la estética de la cultura sadomasoquista con una etérea e inexplicable belleza, las creaciones de Barker reflejan la experiencia sensual en sus extremos. La dicotomía placer-dolor puede ser molesta para algunas personas, pero el ver esta idea encarnada en un grupo de criaturas que producen en el espectador un similar efecto de atracción-repulsión es ciertamente impactante, y claro testimonio de que, a pesar de ser un director novicio, Barker tenía perfectamente definidas las metas de la película, a pesar de sus ocasionales traspiés dramáticos.

Esa misma dicotomía se manifiesta en el argumento y en las actitudes de los personajes. Julia está atrapada entre el deseo de un hombre peligroso y atractivo, como Frank, y un hombre débil, pero confiable como Larry. Aunque ostensiblemente Kirsty es la heroína de la película, Julia es el eje y motor de la trama, y son sus deseos lo que mueve la historia

Aunque "Hellraiser" nunca tuvo gran éxito comercial, atrajo a un público lo suficientemente variado como para garantizar una serie de secuelas, cada una más mediocre que la anterior, convirtiendo en héroe a "Pinhead", el líder de las demoníacas criaturas denominadas "cenobitas" (una antigua palabra que denota a un fraile o ministro). Aunque tienen algunos puntos buenos, tales secuelas diluyen la estética e intención original de Barker para convertirse en genéricas cintas de terror. Pero quienes busquen auténticas secuelas de "Hellraiser" harán bien en buscar los comics que a fines de los ochentas publicó la editorial Epic (propiedad de Marvel Comics). Los escritores y artistas de esas historias entendieron perfectamente las ideas de Barker, y continuaron la fascinante mitología sugerida por las obras del autor.

Desafortunadamente, a lo largo de los años Clive Barker ha abandonado el género del terror, centrándose más en fantasía adulta, la cual es igualmente brillante, pero no tan subversiva e impactante como sus primeras obras de terror. De cualquier forma, siempre quedará "Hellraiser" como una diestra unión de cine y literatura, en la que el perturbador balance de sobrio drama y sangriento espectáculo evoca su mensaje mismo: los extremos de la experiencia humana no sólo se tocan, sino que se confunden para quienes tengan el valor de internarse en sus más remotas regiones.

*Fuente www.cinencanto.com

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